Banca de Inversión y Necesidades de Capital

Publicado en el diario Expansión el 4 de septiembre de 2001.

El nombramiento del nuevo CEO de Merryl Lynch ha ocasionado que se vuelva a plantear si la actual asociación de Merryl con HSBC no acabará en una fusión por las necesidades de capital de los grandes bancos de inversión. Se ha hablado regularmente de la conveniencia para Morgan Stanley y Goldman Sachs de unirse a algún gran bancos comercial para poder competir en capital con el monstruo que es hoy City. Hay por tanto una línea de opinión importante que considera que el futuro de la banca de inversión pasa por una disponibilidad de capital equivalente a los grade bancos comerciales.

La banca de inversión no exige un activo fijo importante, ni sus procesos productivos son intensivos en instalaciones o inversiones en I+D. De hecho su valor añadido principal son las ideas. ¿Cuáles son entonces los negocios que podrían exigir ese capital financiero? En primer lugar el asesoramiento de emisiones, también la creación de mercados, la posición propia y por último las "exigencias" del negocio de asesoramiento y dirección de emisiones para empresas (corporate finance).

El aseguramiento de una emisión puede exigir en sentido estricto un gran capital. El líder de una gran colocación puede llegar a asegurar entre un 25 y un 50 por ciento de esta, lo cual podría suponer un compromiso de capital importante. La realidad es distinta. Con mercados "normales" la posibilidad de que el banco no coloque su parte de aseguramiento es muy baja. En caso de que no fuera así el papel sobrante se puede colocar en los mercados, aunque quizá con cierta perdida. Es casi imposible imaginar una colocación con mercados "normales" en la que se pueda perder mas de un 5% del capital asegurado, lo cual implica unas necesidades de capital que hoy cubren todos los bancos relevantes.

¿Qué sucede si hay un crash mientras esté vivo el aseguramiento? En primer lugar el periodo de aseguramiento en sentido estricto es cortísimo (días) y en segundo lugar todos los contratos llevan una cláusula de fuerza mayor que libera de este al banco. Es decir en los momentos en los que el aseguramiento supone un riesgo de perdida fuerte (que es cuando se necesitaría capital) el compromiso contractual desaparece.

La creación de mercado no crea hoy ningún problema de capital a los grandes bancos. Con mercados estables el capital necesario para dar liquidez es reducido y con mercados inestables los márgenes de los precios de compra y venta se abren de tal forma (de hecho en los momentos críticos los precios desaparecen de las pantallas) que el hecho de quedarse atrapado con una posición importante es despreciable.

Una cartera de bonos o acciones, financiada con los recursos propios del banco, puede exigir tanto capital como se desee. Cualquier volumen de recursos propios puede ser insuficiente para financiar el riesgo de tomar una posición propia que puede ser ilimitada. En este caso la pregunta Importante es si resulta razonable que un banco de inversión tenga una posición propia grande. (Dejando aparte la que se tiene por motivo de aseguramiento o creación de mercado).

El conflicto que produce esa posición con los intereses de los clientes del banco es frontal. Un banco de inversión con una posición propia grande socavará automáticamente la confianza de sus clientes en su departamento de análisis de empresas al igual que en las recomendaciones de sus vendedores de acciones. Dañará también la credibilidad de independencia de su equipo de corporate finance.

Supongamos que el equipo de análisis emite una recomendación de compra de, por ejemplo, IBM y que los vendedores del banco llaman a sus clientes para que compren IBM. ¿Cuándo compra el banco para su propia cartera? Antes de la recomendación (inside trading), cuando compran sus clientes (posible "front running"), después de sus clientes (irracional), no compra la recomendación (si el banco en sus inversiones propias no hace caso a sus analistas, ¿por qué les deben hacer caso los clientes?).

La posición propia pura no es necesaria para ninguna actividad del banco y es solo un posible negocio en si mismo. Sin embargo el conflicto con los clientes se plantea de forma tan aguda que hace inviable a largo plazo el tener clientes y el tener una cartera propia muy activa.

Por último puede existir la necesidad de capital para atender a los clientes del departamento de corporate finance. Es cierto que en ocasiones el cliente al que se le dirige una emisión de papel puede necesitar un crédito puente o puede preferir que el banco le compre en firme la emisión y que luego la coloque. El corporate finance exige hoy a menudo esta operativa. El problema es que cualquiera de las soluciones de financiación que se plantean, implican directa o indirectamente que el riesgo pasa a estar en el balance del banco de inversión. En ese caso estamos en la situación anterior, la existencia de cartera propia, con la única diferencia de que los clientes corporativos no están sometidos a conflicto con el banco asesor, pero si el resto de la clientela.

Mi opinión es que si esta última operativa se generaliza, los bancos que sean muy activos en ella tendrán que abandonar las actividades de asesoramiento a los inversores y de gestión de cartera.

La banca de inversión no necesita un enorme capital para sus actividades tradicionales, porque su negocio se basa en las ideas y en el capital humano y no en utilizar sistemáticamente su balance. De hecho las necesidades de capital financiero las producen negocios incompatibles con el concepto de banco de inversión completo y global.