Ética en Montaña

Publicado en la revista Desnivel en enero de 2010.

Hace años, oí a un amigo que le parecía poco ético agarrarse a un mosquetón en una vía de escalada. Desde entonces, se ha generalizado el adjetivo ético para calificar formas de hacer montaña. Creo que esa utilización esconde un error conceptual y que en la mayoría de los casos donde se dice "ético" debería decirse estético y en otros casos elegante, atrevido, esforzado, sensible, técnico, etc.

Analicemos la proposición "Carlos es ético porque sube el Tourmalet con un piñón de 19 dientes". Casi todos diríamos que esa frase no tiene sentido. Sin embargo "Carlos es ético porque sube al Everest sin oxigeno" es una proposición que la podemos ver escrita en muchos artículos de montaña. Las dos me parecen muy similares.

Volvamos al caso del que se agarra a un mosquetón para pasar un movimiento. Sólo podemos hablar de ética en dos casos. Se agarra y luego cuenta que ha pasado en libre, es decir, miente. Hay un comportamiento poco ético. El segundo caso es más sutil, se agarra (aunque podría pasar) porque le de pereza. Podríamos decir que hay falta de ética en su actitud de abandonarse a un vicio capital. En cualquier otro caso debemos decir que no es estético o elegante agarrarse a un mosquetón. El hecho no tiene nada que ver con la ética.

La ética solo llene que ver con los demás (por ejemplo, si les engañamos o si los perjudicamos ensuciando la montaña) o con nosotros mismos (yo creo que está mal utilizar oxigeno y a pesar de eso lo hago).

En la montaña la ética juega un papel clave pero aplicada a otras cosas. No socorrer a alguien por la ambición de une cumbre, no respetar a una cordada que ha llegado antes a una vía, considerar que la montaña es nuestra y macear la roca, quitar y poner equipamientos arbitrariamente, dejar basura, criticar a otra cordada o a otra expedición para darle más protagonismo a nuestra actividad...